domingo, 17 de noviembre de 2013

Beer Runners Tenerife

Que mejor manera de llegar a un sitio, de re-conocerlo y re-descubrirlo, que corriendo para liberar endorfinas, sensaciones positivas y alegría, y volver así a hacerlo tuyo.

Poco antes de llegar a isla mágica (como a mí me gusta llamarla), me apuntaba en una carrera para tener algo que hacer ese fin de semana y que tuviera que ver con el deporte... y por supuesto, con el running. Y me topaba así en la red con este proyecto o iniciativa llamado Beer Runners.
Algo parecido a una Eternal Running, pensé, solo que sin obstáculos, en plan solidario, y con muchas sonrisas, diversión, y el buen rollo de siempre de las carrericas...

Y así fue. El precio de la inscripción fue de 0€, y no quedó ahí la cosa sino que la organización nos regaló una camiseta conmemorativa, técnica y super chula, +cerveza y tapa al terminar la prueba...
¡Sensacional! Y un toque de atención desde aquí, para todas esas carreras y organizadoras que se suben a la parra con los precios y las inscripciones, sobre todo últimamente con el boom y el auge que está teniendo el running.

El único requisito que nos pedían, era que corriéramos todos con la camiseta adquirida, y que no compitiésemos ya que no era una carrera "oficial", no había chip ni crono, y la distancia a correr eran únicamente cuatro kilómetros y pico...

Y allá que salimos los tropocientos corredores...
El primer kilómetro fue muy lento y era imposible avanzar con tantísima gente, y en un recorrido céntrico con calles no demasiado anchas, hacían que el propósito de adelantar fuera algo casi imposible... jeje.

En el 2k ya se veia algún hueco... así que me lancé un poco como pollito sin cabeza a soltar piernas...
Esquivando gente, sorteando conos, maceteros de metro y medio (muy bonitos y decorativos pero cómete uno y verás la gracia...), fui cogiendo un ritmo más constante para sentirme más agusto y darle un poco de velocidad y alegría a mis piernas, como si se tratara de un coche recién salido del concesionario en un país nuevo, con ganas de probar caminos, adelantar para ver como van las marchas y su equipamiento, y todo ello en un territorio donde no se paga el iva, oiga!

Para mí no era competir sino darle una satisfacción al cuerpo, al garmin, al endomondo...
Conseguí ir por debajo de 4 el minuto, a 3:41 y 3:35, pero se acababa la carrera y ya no daba tiempo a más... Que pena o que bien! Pues no se durante cúanto tiempo hubiera aguantado ese ritmo final, jajaja.

Pude conocer y coincidir con Keyla y Oscar, miembros de mi nuevo grupo de amigos "Frikis de la Montaña", al que se unió después Julio, para hacer una ruta gastronómica y cervezera posterior por las calles de La Laguna, mi nuevo hogar, y seguir así disfrutando del buen ambiente, de la fiesta local, y del carácter tan abierto, simpático y social de la gente chicharrera.

¡Muchas gracias a todos, de parte de este corredor invisible!
Y a seguir trazando a partir de ahora, palabras y kilómetros en vuestra compañía...

¡Un placer y hasta la próxima!



1 comentario:

  1. De casta le viene al galgo, creo que no hay nada peor para ti que te impidan "correr" en una carrera!! :-)
    Menudo ritmo alcanzaste!!
    Me lo acabas de confirmar, Tenerife is different!

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